Cuando no encontramos a nuestra pareja ideal y repetimos historias que no nos funcionan pueden estar pasando varias cosas.
Exploremos algunas opciones:
Patrones inconscientes y herencias emocionales: Las experiencias de la infancia, las relaciones con nuestros padres y las figuras de apego pueden influir en la forma en que nos relacionamos en la vida adulta. Patrones emocionales y de relación aprendidos en la infancia pueden repetirse de manera inconsciente en relaciones futuras, incluso si no son saludables o deseables. Es decir que, aunque nos hagan mal las repetimos desde un lugar inconsciente sin saber que lo hago.
Baja autoestima y autocrítica: Si tenemos baja autoestima y nos criticamos constantemente , es posible que busquemos relaciones que validen esas creencias negativas. Esto nos puede llevarla a relacionarnos con personas que no son adecuadas o que no nos tratan bien, ya que no sentimos que merecemos algo mejor.
Miedo al compromiso o a la intimidad: Algunas personas pueden experimentar miedo al compromiso o a la intimidad debido a experiencias pasadas o temores subyacentes. Esto nos puede llevar a que elegir relaciones que no tienen un futuro realista, ya que inconscientemente sabotean la posibilidad de una conexión profunda.
Patrones de búsqueda familiar: Las dinámicas familiares y los modelos de relación de nuestros padres también pueden influir en la elección de pareja. Si crecimos en un entorno donde las relaciones no eran saludables o donde no se demostraba un amor positivo, es posible que busquemos inconscientemente parejas que repitan esas mismas dinámicas.
Expectativas poco realistas: Las expectativas poco realistas sobre lo que debería ser una «pareja ideal» pueden llevar a la decepción constante. Si tenemos una imagen rígida de cómo debe ser la pareja, podríamos pasar por alto a personas compatibles que no cumplen con todos esos criterios. Y así descartar a personas válidas solo porque a primera vista no “encajan” en el modelo que tenemos incorporado.
Necesidades no satisfechas: Si tenemos necesidades emocionales no satisfechas, podríamos buscar parejas que se asemejen a figuras de apego pasadas con la esperanza de satisfacer esas carencias. Esto podría llevar a relaciones poco saludables en un intento de llenar vacíos emocionales.
Falta de autoconocimiento: La falta de autoconocimiento puede hacer que una persona no sea consciente de sus propias necesidades, deseos y patrones de relación. Esto nos puede llevar a elegir parejas que no sea afines simplemente porque no tenemos claridad sobre lo que realmente buscamos.
Heridas de la infancia no resueltas todos tenemos heridas de la infancia y cuando una persona se nos acerca más, emocionalmente, como es el caso de una pareja, tocará esas heridas, sin querer y sin darse cuenta. Y es probable que no nos guste y nos alejemos de esta persona. Y mientras no sanemos estas heridas, este círculo vicioso se repetirá sin parar. Es decir que iremos de una persona en otra para que no nos duelan estas heridas.
Cuando nos decidimos a sanar nuestras heridas, tenemos la posibilidad de romper estos círculos viciosos y relacionarnos desde nuestra abundancia en lugar de hacerlo desde la carencia.
Desde la abundancia podemos conectar con el otro sin miedo y con la claridad necesaria para saber si es la persona correcta para nosotros.