A todos en la vida nos pasan cosas. A veces buenas, otras mejores y otras de esas que llamamos malas. A ver vamos a ordenar un poco esto. Solemos llamar cosas buenas a estas que nos gustan, que nos hacen sentir bien, las disfrutamos en fin esas que nos hacen sentir la va vida nos sonríe.
Las mejores pueden ser aquellas en las directamente nos ponemos eufóricos, son geniales, nos hacen sentir en la gloria, pensamos que la vida es maravillosa, y ni se nos ocurre que esto puede cambiar algún día.
Y luego están las malas. Pero a qué llamamos malas? Enfermedades, pérdidas sean de personas o de situaciones o hasta de cosas materiales. También cuando algo que deseamos mucho no se nos da, no nos sale, no lo logramos.
Ahora bien, por qué las llamamos malas? Porque nos duelen, porque sufrimos, lo pasamos mal, son cosas que cuesta atravesar, no son agradables, a menudo nos hacen llorar, en ocasiones son situaciones de las que nos cuesta reponernos. Hasta aquí de acuerdo, no son agradables. Pero son realmente malas o lo podríamos mirar desde otro ángulo?
Todas estas situaciones “malas” son las que en realidad más nos enseñan.
Yo prefiero llamarlas difíciles, retadoras, de aprendizaje, de crecimiento y créeme que yo he tenido muchas. Y lo he pasado mal, he llorado, he sufrido, en ocasiones he tenido momentos en los que creí que las fuerzas me abandonaban y que no sería capaz de seguir adelante.
Pero como siempre después de desahogarme logré levantarme y seguir andando.
Te has dado cuenta de que después de pasar esas situaciones siempre has aprendido algo? Entonces por qué llamarlas malas? Duras, difíciles, y desagradables si, muchas veces son todo eso y más pero no por eso dejan de aportarnos algo positivo. Todo dependerá de cómo lo miremos, cómo lo vivamos. Si lo hacemos como una condena, algo terrible que la vida me manda porque la vida es mala, cruel e injusta entonces lo pasaremos muy mal y no sacaremos nada positivo. Esta es la típica actitud de la “víctima”, no me explayo aquí porque este es tema de otro artículo.
Pero cómo sería si lo pudiéramos verlas desde el punto de vista del aprendizaje y el crecimiento?
Cómo sería si nos preguntáramos: qué puedo aprender de esto que me está pasando?
Qué recurso hay en mi para afrontar esta situación y resolverla o atravesarla lo mejor posible?
A veces creemos que no vamos a poder con algo y luego descubrimos que somos mucho más fuertes y que tenemos los recursos necesarios para salir delante de esta situación y de otras también. Lo que al principio da miedo, luego nos genera más confianza en nosotros mismos porque nos ha puesto a prueba y la pasamos.
Si nunca nos pasara nada que nos resultara un reto jamás descubriríamos todos los recursos que tenemos para sobreponernos.
Por esto es que yo prefiero tomarlas como un desafío y no como un castigo.
Si te fijas la vida está llena de ejemplos. A las personas a las que les han pasado cosas duras, difíciles, son aquellas que luego se han hecho fuertes y han logrado lo que se proponían en la vida. Y en esta lista hay estrellas de cine, políticos, gente famosa que lo pasó muy mal pero persistió hasta que logró su objetivo. Gente que en lugar de ver todos los contratiempos como desgracias en su vida los vio como obstáculos a superar, pruebas que les enseñaron sobre cómo atravesarlas y lo hicieron
Es cuestión de cómo decidas tomarte las cosas. Cómo mires la situación, y cómo decidas enfrentarla. Hay mucho poder en tu interior, puedes aprender mucho de ti mism@ si te enfrentas a la vida con la actitud del eterno aprendiz y buscas en ti la manera de resolver lo que tienes delante.
Puedes evolucionar y ser más sabio con cada cosa que te pase, depende de ti.
Lo que nos sucede muchas veces no lo podemos controlar, cómo lo vivimos , nuestra actitud y la decisión que tomamos sí que depende de nosotros